jueves, 19 de abril de 2012

El Engaño del Silencio - Capítulo 1


1

El Despertar



    ¡Victoria! Despierta o llegarás tarde al instituto.
¡Oh que asco, ya ni me acordaba... el instituto! Qué rápido me han pasado las vacaciones. ¡Dios! Otra vez la maldita rutina, qué ganas…
  
        –¡¡¡Victoria Jessica Cortés White!!!
¡LEVANTATE AHORA, SI NO QUIERES QUE VUELVA A GRITARTE!
    ¡Vale, vale! Ya voy mamá, ¡no estoy sorda! Qué remedio, tendré que arreglarme.
Me levanté y fui hacia el espejo que había enfrente de mi cama, obviamente estaba horrible así que empecé a rebuscar en mi tocador. Al final conseguí mejorar lo suficiente como para estar presentable y poder cambiarme. No quería llamar mucho la atención (y menos el primer día de clase), así que me decanté por una blusa roja de manga corta, unos leggins y unas botas. Después de estar buscando mi pulsera de la suerte por toda la casa (durante casi quince minutos) me dirigí hacia el instituto.
Antes de llegar me observé en los cristales de un todo terreno; durante las vacaciones de Navidad me había dedicado a estar con la familia y no me había preocupado para nada mi aspecto, ahora, mirándome en ese reflejo, costaba creer que esa chica alta, morena de ojos castaños fuera yo. Dejé atrás el coche y me centre en buscar a mis amigas, solo tarde un par de segundos, pues una de ellas ya me estaba llamando a gritos.

¡Nessy, Nessy!

Se trataba de una de mis mejores amigas; Bárbara (más conocida como Barbi). Nessy era su manera de llamarme “dulcemente” (aunque yo no soportaba ese mote). Barbi seguía igual, con su larga melena rubia, sus ojos café oscuro y su ropa divina. Justo a su lado se encontraba Anaíd Rivera White; no era solo una de mis mejores amigas, también era mi prima. A diferencia de ella, Ann (así la llamaba yo) tenía el cabello ondulado y se había hecho algunas mechas para aclarar su melena de color castaño, sus ojos eran igual a los míos, físicamente nos parecíamos bastante eso provocaba que la gente pensase que éramos hermanas (algo que nos encantaba ya que nos queríamos como si lo fuésemos). La única diferencia entre nosotras era el estilo de vestir, Ann acostumbraba a llevar siempre vaqueros con camisetas muy modernas y yo era más bien de llevar faldas y leggins, aunque eso cambio con el tiempo. Fui corriendo a abrazarlas (me encantaba estar con ellas), eran mi apoyo tanto en la vida como en el instituto.

          –¡Vicky! Qué bueno verte, estas vacaciones no nos hemos visto mucho. Y mira que somos familia!
          ¡Hey chicas! –Intervino Barbi– ¿cómo han ido las “vacas”? Yo opino que son muy cortas…
          –¡Ya ves! –Respondí– sería necesario más de tres meses
por lo menos, o quizás un año! Jaja
          Si, en eso tienes razón Barbi son muy cortas! –Dijo Ann– Oye Vicky, cambiando de tema, tú y ya sabes... no habrás tenido que verle, verdad?

¡Dios! Nada más llegar y empiezan a recordarme-lo, qué cruz. Si, para mi fastidio tuve que encontrarme durante las vacaciones con la persona que más daño me hace (y encima sin saberlo). Así era mi vida, enamorarme del chico equivocado en el momento equivocado, solo espero poder encontrar a alguien que me ayude a olvidarle…

         Sí, me lo encontré un par de veces…pero…no le hice ni
caso. Ya sabes... pasando de ese perro! Jaja
        Así me gusta Vic que pases de él. –Dijo Ann– olvidarlo es lo mejor para ti, además ya sabes que el y tú…
        ¡Tengo una idea! –Volvió a intervenir Barbi– ¿y si salimos esta noche? Quizás incluso llegues a conocer a alguien, un amigo para toda la vida o ya sabes... un ligue!
        No se chicas, no me veo capaz…
        Venga Vic sabes que solo hacemos lo mejor para ti. Yo me apunto B, ¡cuenta conmigo!
        ¡Fantástico! Nessy que dices, ¿te vienes?
        (Que iba a hacer, ya no podía negarme) Está bien chicas, contad conmigo.

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