sábado, 21 de abril de 2012

El Engaño del Silencio - Capítulo 2


2

Primer día de clase




Empezamos las clases, no sin antes asistir a una presentación del curso. (Es decir, lo más aburrido) La primera hora fue la de matemáticas, intente centrarme todo lo que pude, pero no fue fácil. Sobretodo porque mis amigas me habían recordado al chico que tanto me hacia sufrir, y ahora no conseguía sacármelo de la cabeza. La segunda hora fue más entretenida. (Bueno vale, era la hora de tutoría y no hacíamos nada, pero era mucho mejor eso que cualquier otra materia) Por fin llegó la hora del patio, la mejor de todas, me dirigí a nuestra pequeña caseta (o así la llamábamos), era como un refugio donde nos reunimos y cotilleamos de todo lo que nos sucedía durante el día.
Allí me encontré con más amigas mías; entre ellas estaban: Jennifer, Antonella, Natalia, Daniela y Diana. Faltaban Nathaly y Janeth que se encontraban estudiando 1r de bachillerato. Con ellas conseguí distraerme un poco, escuchando todo lo que habían hecho durante las vacaciones de Navidad. Una de ellas, Jennifer, se apuntó para hacer una obra de teatro en Navidad, representó a Baltasar (uno de los reyes magos) que lástima que me lo perdí. Anto y Diana se dedicaron a ir de fiesta en fiesta y se lo pasaron de alucine, y las gemelas Natalia y Daniela se fueron de viaje por casi toda España.

¿Y qué Vicky, y tú que hiciste? Preguntó Jennifer.

Madre mía, no tardaron nada en preguntarme. Y qué les iba a decir? qué había pasado todas las vacaciones rodeada de mi familia con mis tíos, primos... No digo que sea nada malo estar con la familia al contrario, los adoro y quiero mucho, pero no había salido de fiesta, tampoco había participado en ninguna obra y menos había viajado. Lo único qué había hecho era sufrir por un amor no correspondido.

Ya sabes Jenny, lo de siempre en casa con la familia, alguna salida al cine con Ann y con… bueno con mis primos.

Intente sonar algo convincente, pero más bien sonaba a una chica que había pasado unas malas vacaciones de Navidad y no quería hablar de ello, lo que menos quería que notaran...

¡Hey chicas! estamos aquí, ¿Ann, Barbi donde estabais metidas? –preguntó Antonella, que se acababa de quitar los auriculares del móvil al verlas.
Sorry chicas! es que estábamos hablando de la salida que haríamos hoy por la noche Ann, Nessy y yo explicó Barbi.
Así que una salida Vic, pues cuenta con Anto y conmigo, ya sabes que las fiestas son lo nuestro comentó Diana, que siempre se auto invitaba a cualquier fiesta.

El día no mejoro mucho, cuando terminó la hora del patio tuve que aguantar una hora corriendo bajo la lluvia, ¿adivináis porque? Sí, claro que si, la clase de E.F. Más tarde fui a latín (me encanta esa materia, es algo complicada pero me gusta arriesgarme), cuando por fin llegué a casa, sentí que el día había sido muy largo, tiré la mochila encima de la cama y me senté en ella apenas unos minutos, ya que no tenia mucho tiempo. Fui a comer, y al terminar me recosté un rato en el sofá. Sino fuera porque ya había preparado la mochila, hubiera llegado muy tarde a clase. Cogí mi maleta y bajé a la plaza.
Quien me iba a decir que habría un destino tan cruel como para hacerme chocar con él, mi dolor de cabeza en persona . Encima solo se digno a saludarme, preguntarme si mis primos estaban bien y se fue como si nada. Me digne a observar cómo se alejaba y yo me quede allí dolida por la forma que tenía de tratarme. Me dirigí al instituto sin pensar en nada ni en nadie, en clase intente disimular, pero mis amigas eran muy listas y me conocían tan bien, sabían que algo me pasaba y no les hizo falta preguntarme, supusieron que era por ese maldito chico, el que me había enamorado con su sonrisa, su forma de ser y su atractivo. Me sentí tan mal que incluso pensé en pedirles a mis amigas que se fueran de fiesta sin mí, porque si iba ya no sería una fiesta (más bien parecería un funeral) y tampoco era justo para ellas que lo pasaran mal por mí, pero no aceptaron un no por respuesta, así que, sin otra elección me arregle, quizás Barbi tenga razón y lo mejor para mí sería olvidarle o al menos intentarlo.

jueves, 19 de abril de 2012

El Engaño del Silencio - Capítulo 1


1

El Despertar



    ¡Victoria! Despierta o llegarás tarde al instituto.
¡Oh que asco, ya ni me acordaba... el instituto! Qué rápido me han pasado las vacaciones. ¡Dios! Otra vez la maldita rutina, qué ganas…
  
        –¡¡¡Victoria Jessica Cortés White!!!
¡LEVANTATE AHORA, SI NO QUIERES QUE VUELVA A GRITARTE!
    ¡Vale, vale! Ya voy mamá, ¡no estoy sorda! Qué remedio, tendré que arreglarme.
Me levanté y fui hacia el espejo que había enfrente de mi cama, obviamente estaba horrible así que empecé a rebuscar en mi tocador. Al final conseguí mejorar lo suficiente como para estar presentable y poder cambiarme. No quería llamar mucho la atención (y menos el primer día de clase), así que me decanté por una blusa roja de manga corta, unos leggins y unas botas. Después de estar buscando mi pulsera de la suerte por toda la casa (durante casi quince minutos) me dirigí hacia el instituto.
Antes de llegar me observé en los cristales de un todo terreno; durante las vacaciones de Navidad me había dedicado a estar con la familia y no me había preocupado para nada mi aspecto, ahora, mirándome en ese reflejo, costaba creer que esa chica alta, morena de ojos castaños fuera yo. Dejé atrás el coche y me centre en buscar a mis amigas, solo tarde un par de segundos, pues una de ellas ya me estaba llamando a gritos.

¡Nessy, Nessy!

Se trataba de una de mis mejores amigas; Bárbara (más conocida como Barbi). Nessy era su manera de llamarme “dulcemente” (aunque yo no soportaba ese mote). Barbi seguía igual, con su larga melena rubia, sus ojos café oscuro y su ropa divina. Justo a su lado se encontraba Anaíd Rivera White; no era solo una de mis mejores amigas, también era mi prima. A diferencia de ella, Ann (así la llamaba yo) tenía el cabello ondulado y se había hecho algunas mechas para aclarar su melena de color castaño, sus ojos eran igual a los míos, físicamente nos parecíamos bastante eso provocaba que la gente pensase que éramos hermanas (algo que nos encantaba ya que nos queríamos como si lo fuésemos). La única diferencia entre nosotras era el estilo de vestir, Ann acostumbraba a llevar siempre vaqueros con camisetas muy modernas y yo era más bien de llevar faldas y leggins, aunque eso cambio con el tiempo. Fui corriendo a abrazarlas (me encantaba estar con ellas), eran mi apoyo tanto en la vida como en el instituto.

          –¡Vicky! Qué bueno verte, estas vacaciones no nos hemos visto mucho. Y mira que somos familia!
          ¡Hey chicas! –Intervino Barbi– ¿cómo han ido las “vacas”? Yo opino que son muy cortas…
          –¡Ya ves! –Respondí– sería necesario más de tres meses
por lo menos, o quizás un año! Jaja
          Si, en eso tienes razón Barbi son muy cortas! –Dijo Ann– Oye Vicky, cambiando de tema, tú y ya sabes... no habrás tenido que verle, verdad?

¡Dios! Nada más llegar y empiezan a recordarme-lo, qué cruz. Si, para mi fastidio tuve que encontrarme durante las vacaciones con la persona que más daño me hace (y encima sin saberlo). Así era mi vida, enamorarme del chico equivocado en el momento equivocado, solo espero poder encontrar a alguien que me ayude a olvidarle…

         Sí, me lo encontré un par de veces…pero…no le hice ni
caso. Ya sabes... pasando de ese perro! Jaja
        Así me gusta Vic que pases de él. –Dijo Ann– olvidarlo es lo mejor para ti, además ya sabes que el y tú…
        ¡Tengo una idea! –Volvió a intervenir Barbi– ¿y si salimos esta noche? Quizás incluso llegues a conocer a alguien, un amigo para toda la vida o ya sabes... un ligue!
        No se chicas, no me veo capaz…
        Venga Vic sabes que solo hacemos lo mejor para ti. Yo me apunto B, ¡cuenta conmigo!
        ¡Fantástico! Nessy que dices, ¿te vienes?
        (Que iba a hacer, ya no podía negarme) Está bien chicas, contad conmigo.

El Engaño del Silencio - Prefacio


Prefacio


Sentía el corazón desbocado en mi pecho, la sangre hirviendo en mis venas y un profundo dolor en el alma. En menos de dos segundos mi vida se había convertido en un infierno del cual me era imposible escapar.

Solo quería correr, salir huyendo de aquella pesadilla pero mi cuerpo no reaccionaba, estaba ahí, inmóvil como una estatua sin pronunciar palabra. Entonces una voz me devolvió a la realidad, era él, el culpable de todo mi sufrimiento, el hombre que me había partido en dos el corazón dejándolo en el más profundo silencio…

Redacció: Temps de Records


Temps de Records
30/06/2014
Estimat diari:
Em trobo a casa, sola, dins la meva habitació, mirant a través de la finestra, plou i molts records tornen a la meva ment com estrelles fugaces, justament avui, que és un dia tan especial per a mi.
Tot va començar el juny del 2009; el meu xicot Albert i jo portàvem sortint des de primària, fins que un dia com avui, vaig descobrir que era traïda per la meva millor amiga Clara; tots dos m’estaven enganyant. Sentia que el món era injust amb mi, que no m’ho mereixia, volia cridar-los a tots dos, reclamar-los, però tenia un nus tan fort al meu pit, que em semblava la fi del món. Estigué molts dies al llit, tancada a la meva habitació sense poder superar-ho. Discutia amb tothom (els pares, germans, amics...), estava enutjada amb el món, però un bon dia tot va canviar.
Juliol del 2009; la meva mare i el seu nou xicot van planejar un viatge en família, “quin súper pla!”, aniríem a Andalusia amb uns parents, però per sort el destí no m’ho va permetre, gràcies a un missatge meu suplicant anar-hi i una trucada del meu pare, vaig poder passar les vacances d’estiu amb ell. Encara que estigués els pròxims tres mesos tancada a casa seva, almenys no hauria de suportar les mateixes paraules de la meva mare: “No és la fi del món”; “Ja et passarà”; “Et vaig dir que no era un bon noi”.
Quan els meus pares es van divorciar, ell se’n va anar a viure a l’estranger, així que viuria durant tres mesos en un país completament desconegut per a mi, situat a la mar mediterrània i anomenat Itàlia (Roma). En qualsevol altre estat d’ànim m’hauria fascinat fer aquell viatge, però en aquell moment no, només era una fugida de la realitat, ni tan sols podria gaudir dels bellíssims paisatges i la seva història. Les primeres setmanes em va costar molt encaixar i a més no sabia ben bé l’ idioma. Amb el temps tot va millorar, excepte aquell buit que encara no aconseguia emplenar, fins que arribà el dia que algú ho va aconseguir per mi.
Un dia, en sortir a fer una volta per la capital, em vaig dirigir a la fontana di Trevi, un dels llocs més turístics on tothom demana un desig; tornar-hi en un futur. Jo no volia demanar poder tornar però si el que més necessitava en aquell moment, així que vaig tancar els ulls i d’esquenes a la font, llançar la moneda a l’aigua, el seu so al caure a la font era com música per els meus sentits.
Vull emplenar aquest buit del pit d’alguna forma, no vull sentir-me més així”
Al moment vaig sentir una gota d’aigua que baixava pel meu front, a l’instant començà a ploure i totes les persones obriren els paraigües o es posaven a cobert per tal de no mullar-se, excepte jo, preferia quedar-me i poder sentir com l’aigua em mullava la roba i els cabells: ho gaudia, era pur com si em purifiqués l’ànima, però llavors em vaig adonar que una veu em tornava a la realitat...
>> Senyoreta, es troba bé? Vingui podria refredar-se.
Impossible descriure d’alguna manera el que els meus ulls de color melós van veure, només puc dir que era un rostre tan bell amb uns ulls tan negres que podria perdre’m en ells, vaig tardar uns minuts a recuperar-me i poder respondre-li:
>> Eh...? Oh! Sí disculpí, no es preocupi estic bé gràcies per tot.
Vaig sortir corrents, no sabia ni el seu nom però per primera vegada em vaig sentir avergonyida després de tant de temps. Creia que no el tornaria a veure, però estava en un error. Dies més tard, mentre esperava al meu pare a la cafeteria de la seva feina, em va semblar veure’l des de la finestra del local, per sort potser si em trobava no em reconeixeria. Després de dinar amb el pare, recordo que se’n va haver d’anar a treballar i jo vaig decidir tornar a la fontana di Trevi per demanar un altre desig, em vaig dir que seria massa casualitat tornar-lo a veure, i m’ho vaig treure del cap. Per què estava actuant d’una manera tan estranya? Per a mi era incomprensible en aquell moment, però ara puc adonar-me que ho estava aconseguint, estava oblidant tot el dolor que m’havien causat, per fi. Abans de demanar un altre desig em vaig asseure a la fontana, observant la seva bellesa, però llavors una mà es va posar sobre la meva espatlla, distraient-me.
>> Senyoreta, és vostè?
No m’ho podia creure, m’havia reconegut!
>> Disculpí, de veritat sento moltíssim el que va succeir l’altre dia, però em vaig espantar i per això vaig sortir corrents.
No se perquè ho vaig dir, si ni sé perquè vaig córrer!
>> No es preocupi, “ragazza” jaja a vegades dono aquesta impressió.
Llavors tots dos ens posàrem a riure i ell educadament es presentà:
>> Disculpí un altre cop, quina mala educació per part meva, em dic Romeo.
Déu meu! A més de tenir un rostre i uns ulls tan bells, el seu nom semblava màgic.
>> Encantada Romeo, jo em dic Violeta.
Així fou com va començar una bonica amistat que acabà convertint-se en un dolç i encantador amor d’estiu, mai l’oblidaré. Aquells tres mesos al seu costat foren increïbles, em vaig tornar a sentir viva, un altre cop. Vaig madurar i créixer com a persona al costat d’un noi que havia aconseguit emplenar-me aquell buit intern de la meva ànima. Romeo era la meva vida, i sense vida va quedar el meu cos, quan vaig haver de tornar a casa, però tranquil·litzat diari, no et preocupis perquè no va ser l’última vegada que el vaig veure ja que des de llavors sempre el tinc present en els meus somnis, els més dolços i tendres somnis on el recordo fidelment com el gran amor de la meva vida, viu en els meus més apreciats i íntims records tot el que m’ensenyà sobre la vida, la família, l’amistat i l’amor però sobre totes les coses tinc els seus records que és el més important a la vida, no com fos la persona o què va fer, sinó els moments viscuts amb ella.
Per això diari, aquest dia he decidit escriure’t aquesta història, ja que un dia com avui, amb pluja inclosa, vaig conèixer un gran amor que desgraciadament la vida només em deixà que fos un amor d’estiu.
Tant de temps ha passat des de llavors que ara recordant, m’arriba la melancolia d’aquells anys. Com m’hagués agradat viure molts anys al seu costat, formar una família i ser feliç... quin destí més cruel, si tan fos l’hagués pogut tornar a veure una sola vegada. Només espero que arribi el dia que pugui reunir-me amb ell i no tornar a perdre’l, ni en el fi dels temps.

<< Trist final, alegre començament >>
Violeta